"ENVIDIA ME TENGAN Y NO ME COMPADEZCAN"
Tercera jornada de la liga de 2ª autonómica y partido en
casa con el Náutico. Otro partido muy igualado que se escapó de los dedos en el
momento final. Ambos equipos jugaron muy sueltos y no pararon de alegrar la
vista de los 60 espectadores que se reunieron en el IES Tegueste. Tensión a
raudales y canastas de todos los colores. Cicar Tegueste jugó hasta el final
con el quiero y al final no pudo ser.
15-17, 30-30, 51-51 y 69-72... De los parciales se deduce,
en caso de no haber presenciado el encuentro, máxima igualdad. Pero como lo que
cuenta es el resultado final, caras largas al acabar. Como dice el refrán de
cabecera: Envidia me tengan y no me compadezcan; resultó ser el encuentro. Cada
canasta de los visitantes obligaba a los locales a evitar compasiones y a
atinar lo más preciso posible. También los nautas pasaron por rachas de envidia
y caras de póker. Lo que fue en definitiva un encuentro de poder a poder hasta
el minuto final.
El primer cuarto resultó algo premonitorio del resto del
partido. Un buen arranque de los locales y , en esta ocasión, un luchar sin
desmayo de los visitantes, acabando los diez minutos muy igualados con esa
escasa diferencia de los nautas. En el segundo eran los visitantes los que
marcaban la pauta y los locales los que debían evitar la compasión porque a
falta de un minuto con un 25-30 en el marcador os de casa apretaron los dientes
y consiguieron igualar a 30.
Después del descanso tocaba turno a los de casa y a fe que
se lo creyeron pues suyas fueron las acciones y los tiempos. 39-34 y parecía
que se rompía el encuentro. 48-46 acabando. Lástima que de nuevo dejasen al
rival retomar ese impulso que les permitía llegar al 51-51. Y todo a la carta
más alta en los diez últimos minutos. Con titubeos del 53-57 se pasaba al 60-60
a falta de 4 minutos. Ya no había tiempo para florituras y los visitantes
marcaron en su apuesta una diferencia casi insalvable 65-70 con escasos 25
segundos pendientes. Pero pudo ser porque a falta de 15 segundos, con 68-71 en
el luminoso, Sergio recibe una falta en el triple y el balón se queda lamiendo
el aro. Hubiera sido el empate y tiro adicional. Pero hubo tiros libres que
también abrían opciones. De nuevo fallos en los 6,25 y solo se acierta uno.
posesión para Náutico y un punto más de tiro libre. La acción siguiente acabó
en robo y fin.
En definitiva que la sana envidia de ver como se llevaban el
partido los jugadores de la Avenida de Anaga dejó ese sentimiento de compasión
en el público local pues se hizo de todo y hasta se tanteó a la suerte en
aquella última acción. Compadecidos los titulares del IES se preguntaban de
nuevo cómo se les podía haber marchado de los dedos el resultado final. Y
siendo realista habrá que reconocer que los bajos porcentajes de acierto en los
libres fueron una causa de peso.
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